Anoche por fin terminé de leer El prisionero del cielo de Carlos Ruiz Zafón y digo por fin porque, aunque yoquería ponerme a leer por las noches, el cansancio hacía que el libro permaneciera en la mesilla, quieto, abandonado, impertérrito.
Una vez acabadas las prácticas y algunas de las mil cosas que me exprimen día a día, le pude echar garras y acabarlo. Llámenme exigente pero el libro por el que tanto había esperado me ha dejado una sensación de desabrimiento, una mezcla de displicencia y tristeza. Será que soñé tanto con el momento de poder leerlo, que me hice tantas ilusiones, que ahora, una vez leído, no me ha terminado de convencer.
La trama, como siempre fantástica, en la misma línea de Zafón. Una narrativa magnífica, como siempre, ya las descripciones ni les cuento. El Prisionero del Cielo engancha, la intriga lo mantiene vivo. Entonces, ustedes se preguntarán, ¿qué no le ha gustado? EL FINAL, no me ha gustado nada. Es un libro que promete muchísimo al principio, me arriesgaría a decir que ha sido el que más me ha enganchado de todos los que he leído de Zafón, pero una vez llegas a las diez últimas páginas, comienza el desencanto. Sólo espero, por favor, que haya una segunda parte, que estoy segura que la habrá, y que intente darle un final pletórico, porque es lo que la historia que envuelve este libro se merece.
Ahora no puedo hacer otra cosa que guardarlo en mi estantería y esperar a que Zafón dé señales de vida, yo que me había imaginado este momento de otra manera…