Soy Leticia Rocha, periodista y graduada social

Hola, ¿qué tal? Esta soy yo.

Parece una frase sencilla de presentación, pero es probable que te hayas quedado analizando las tres últimas palabras y su nexo de unión, la “y”. Siempre quise ser periodista, desde bien pequeña soñaba con escribir, no imaginaba otra vida. A día de hoy, sigo sin imaginarla, no se crean. Sin embargo, el devenir de los años me hizo aterrizar en la Facultad de Derecho, tras graduarme en Periodismo, para estudiar Relaciones Laborales. ¿Qué por qué? Pues porque si.

No soy de antagonismos, abogo por la complementariedad. El periodismo está en todas partes, ¿se imaginan las relaciones laborales sin comunicación? Yo tampoco. De hecho, el haber estudiado periodismo me allanó el terreno en mi segunda carrera.

Vivo en una pequeña isla en mitad del Atlántico

Hago lo que hago desde La Palma, eso si, con mucho amor. Viví ocho años en Tenerife, justo lo que tardé en terminar mis estudios. Después del caos que supone finalizar la Universidad, decidí que mi lugar estaba en mi isla natal. Regresé a La Palma y, aquí estoy, intentando hacerme un hueco. Los mismos que pusieron el grito en el cielo cuando comuniqué que iba a estudiar relaciones laborales, también se alarmaron cuando anuncié que quería regresar a una isla pequeñita donde, decían, las oportunidades laborales son escasas. No sé, me gusta el riesgo.

No puedo dormir la siesta

Soy una mala española, lo confieso. No duermo la siesta. No aguanto en un sitio parada más de unos pocos minutos. Soy activa, curiosa, me gusta conocer aquello que desconozco y me da rabia no saber. ¿Ahora van entendiendo lo de las dos carreras?

Pertenezco a la generación perdida

Pero prometo encontrarme. Vivía feliz en mi burbuja universitaria, hasta que en 2012, recién salida de mi sueño periodístico, la crisis me dio una bofetada en toda la cara. A partir de ahí decidí que nunca pararía de reinventarme. He estudiado, aprendido (que son cosas diferentes) y he trabajado. Pequeñas colaboraciones y trabajos esporádicos me han llevado a adquirir cierta experiencia, que, por cierto, pueden ver en la pestaña de “mi experiencia”.

No podría soportar mi existencia sin los libros, aparco fatal, cocino regular tirando a bien, desde hace unos años me he atrevido con el inglés, escribo desde que tenía 8 años, hablo, hablo mucho, adoro las librerías y los bolis de colores, me relajo haciendo puzzles y creo que nunca podré pasar más de un mes sin estudiar. Esta soy yo, con mis virtudes y mis defectos.